Números para recortar

Números para recortar

La existencia de los números en nuestra vida va un poco más que su simple conocimiento o entendimiento de estos; imaginen un mundo sin números, aunque es casi imposible, podemos hacerlo: Al despertar, nos guiaríamos por la posición del sol sin más ni menos, al intentar tomar un pedazo de pan para desayunar, no tomaríamos en cuenta cuantos quedan, al salir a trabajar no sabríamos que cantidad de combustible hay en el tanque, o a qué velocidad iría nuestro auto.

Como esos, hay muchos escenarios que nos harían imaginar un mundo bastante caótico, pero, aun así, no nos desligaríamos del todo de los números, pues ya el hecho de reconocer una cantidad nos proporciona información numérica, ambigua por supuesto, pero da indicio a nuestro cerebro de que debemos contar, para poder vivir.

El simple hecho de comer un poco de hierba para calmar el dolor, y no mucha, constituyó una manera de sobrevivir para nuestros ancestros, o escoger una cantidad finita de troncos para leña, dar de forma proporcionada la carne de la caza a las familias, o talar cierta cantidad de árboles y no todo un bosque, da indicios del conocimiento de cantidad y números para nosotros.

La evidencia de números en el hombre antiguo

A ciencia cierta no se sabe en qué momento el hombre empezó a usar cantidades numéricas, pues la idea primitiva de estas la tienen incluso animales, por ejemplo, un lobo sabe exactamente cuántos integrantes hay en su manada. Esto hace pensar que probablemente un ancestro mucho más antiguo que el homo sapiens ya haya usado los números, o por lo menos, tendría una idea bastante abstracta de estos.

Prácticamente todos los idiomas y dialectos, en lenguas muertas o actuales, hay indicios del uso de números, o por lo menos, para diferenciar entre un individuo único y uno acompañado. En una tribu de Suramérica, no hay palabras para identificar los números, pero si se le acerca mucho la palabra usada para designar un objeto que está solo.

El uso de números como forma de expresión matemática

El hecho de establecer tribus, y el consecuente encuentro e intercambio entre estas, dio paso a las operaciones básicas de matemática: sumar y restar, y seguidamente las de dividir y multiplicar. El inevitable hecho de negociar trajo el desenvolvimiento de civilizaciones más avanzadas y por supuesto, el desarrollo de las matemáticas, por ejemplo, los sumerios y babilonios hace 5000 años, ya tenían un lenguaje en el cual incluían números escritos.

Se han descubierto tablillas con matemáticas un tanto avanzada con edades entre el 1900 A.C a 800 A.C. Pero se conoce con amplios registros, que fueron los griegos quienes desarrollaron las teorías matemáticas, que aún se usan hoy en día, con el protagonismo del muy conocido Pitágoras. Muchos de estos vivieron en Egipto y Mesopotamia, desarrollando teoremas y teorías básicas de las matemáticas que aún usamos en la actualidad.

La enseñanza de los números a edades tempranas

Si bien lo primero que aprendemos antes de los números, es a comunicarnos, hay un indicio incipiente del conocimiento de cantidad numérica, esto lo podemos comprobar en problemas sencillos, por ejemplo, el hecho de colocar una sola pelota a un lado, y un conjunto de ellas al otro, frente a un bebé, optará, la mayoría de las veces, por escoger el lado con mayor cantidad.

Aun así, el niño antes de los 4 años no tendrá un concepto de qué son los números, ni de su uso, mucho menos de su valor. Se pueden enseñar los nombres de cada uno, pero será simplemente eso, un nombre más, indiferente de un objeto.